domingo, 25 de noviembre de 2012

3.2.1. DESCRIPCIÓN E IMPORTANCIA

Descripción:

Preparación del patrón: 
Es necesario disponer de patrones logrados por germinación de semillas in vitro, aunque también se pueden emplear como patrones plantas micropropagadas. Las semillas que se utilicen deben proceder de árboles libres de patógenos, al menos de los que se transmiten por semillas. Teóricamente cualquier patrón que sea compatible con la variedad que sobre él se injerte puede ser usado para el microinjerto. A pesar de que el patrón más utilizado ha sido el citrange ‘Troyer’ (Poncirus trifoliata (L.) Raf. X Citrus sinensis (L.) Osb.) se han empleado también Poncirus trifoliata, limón ‘Rugoso’ (Citrus jambhiri Lush.), cidro ‘Etrog’ (Citrus medica L.), Citrus macrophylla Wester, entre otros patrones, atendiendo a diversas causas como son la facilidad que ofrecen los trifoliados en la identificación de los rebrotes del patrón para ser eliminados, a la compatibilidad a la que se hacía referencia y a los resultados del empleo de patrones más vigorosos. Se eliminan manualmente los tegumentos de las semillas, se tratan por inmersión en una solución de hipoclorito de sodio al 0,7 % durante diez minutos para la esterilización de su superficie y se enjuagan varias veces con agua destilada estéril.

 Las semillas se siembran en tubos de ensayo con medio de germinación compuesto por las sales minerales de Murashige y Skoog (MS) solidificado con agar, donde permanecen en oscuridad constante a 27- 30 ºC durante alrededor de dos semanas hasta que las plántulas alcanzan su desarrollo óptimo para su uso en el microinjerto.

Preparación del ápice: 
Los ápices caulinares para el microinjerto pueden obtenerse de diversas fuentes de brotes de los árboles enfermos seleccionados: directamente en árboles que se encuentren en activa brotación vegetativa; plantas injertadas de las selecciones de interés que se mantienen en bolsas o macetas y en las que puede inducirse la brotación de sus yemas defoliándolas totalmente dos semanas antes de la fecha del microinjerto; y vástagos cultivados in vitro como los que se recomiendan para el intercambio de material de propagación vegetativo. Se utilizan brotes no mayores de 5 cm para evitar ápices degenerados o en estado de abscisión.

 A cada brote se le eliminan las hojas mayores y se separa la parte terminal con una longitud de 1 cm, se realiza la esterilización de superficie por inmersión en una solución de hipoclorito de sodio al 0,25 % más 0,1 % de Tween 20 durante cinco minutos y se enjuaga repetidas veces con agua destilada estéril. 

Importancia:

Existen varios sistemas para sanear integralmente una planta eliminando los microorganismos que las infestan; sólo uno de ellos, la termoterapia (Kunkel, 1936; Kassanis, 1965), no necesita condiciones in vitro para aplicarse. Consiste en la incubación del espécimen a sanear en un ambiente con alta temperatura (35 a 40°C) y alta humedad, durante periodos de 20 días a varios meses, este método se aplica con éxito en frutales. En los otros sistemas de saneamiento se aplican técnicas de cultivo in vitro y se basan fundamentalmente en el cultivo de meristemos o ápices meristemáticos. Suelen utilizarse procedimientos mixtos que combinan termoterapia, microinjerto y formación de tallos adventicios con el cultivo de meristemos.

Bibliografía:
http://webapp.ciat.cgiar.org/biotechnology/cultivo_tejidos/capitulo31.pdf

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